INTRODUCCIÓN

La actual restauración llevada a cabo en el Castillo de Íllora se enmarca en el plan de recuperación de las defensas medievales del poniente granadino. Tenía por objeto definir y ejecutar, en el recinto fortificado, las obras necesarias encaminadas a consolidar las estructuras existentes cuyo estado de conservación comprometían la seguridad de personas y cosas y las que corrían el riesgo de suponer pérdidas irrecuperables, así como aflorar las estructuras subyacentes y permitir su visita en una primera fase.

Tras la restauración, el Castillo es reconocible en el paisaje y ha recuperado su presencia urbana. El proceso de trabajo seguido ha permitido reconocer y resaltar tres singularidades notables presentes en esta fortaleza:

1. Un complejo cuerpo de acceso.
2. La existencia de una estructura urbana medieval intramuros completa, compuesta por dos barrios.
3. Un singular complejo hidráulico.